Implantarse un chip en el cerebro para conectarse a una computadora, la nueva iniciativa de Elon Musk

Es algo que no será estresante de colocar, que trabajará bien y no precisa conexiones físicas

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El multimillonario Elon Musk informó en la noche del martes que su startup Neuralink trabaja actualmente en una interfaz centrada en aprovechar las mejoras en sistemas informáticos en el cerebro humano vinculado a una computadora, la cual se espera comience a ser probada en personas el año que viene.

“Podemos hacer una interfaz cerebro-máquina completa”, dijo Musk junto a miembros de Neuralink durante un evento en San Francisco para mostrar sus avances y reclutar talentos en los campos de software, robótica, neurociencia, entre otros.

 

El proyecto puede “lograr una especie de simbiosis con la inteligencia artificial”, aseguró Musk, emprendedor futurista también al frente de Tesla y SpaceX.

Asimismo, el magnate asegura que un vínculo que una las mentes con las máquinas es vital si las personas queremos evitar ser sobrepasadas por la inteligencia artificial que, según él, enfrenta a los humanos al riesgo de quedar relegados a un papel de “gatos domésticos”.

El proyecto que propone Neuralink

La compañía tecnológica mostró la primera versión de un minúsculo sensor que puede ser implantado en un cerebro a través de una pequeña incisión hecha por un robot especialmente construido para realizar esta tarea de alta precisión.

Musk aseguró que su compañía estuvo trabajando con ratones, a los que les implantó pequeños electrodos (hasta 1.500) en el cerebro con cirugía, y consiguieron, según explicó Musk, grabar la actividad cerebral.

Los implantes que esperan usar son unos hilos con docenas de sensores integrados que miden un cuarto del diámetro de un cabello humano, y para insertarlos en el cerebro que emplearán agujas para evitar perforar los vasos sanguíneos de la superficie cerebral. En el cráneo se implantaría un chip que recibirá la información de los sensores vía Bluetooth.

“Son mini electrodos y el robot los implanta delicadamente”, dijo Musk, destacando que puede haber miles de estos electrodos conectados a un cerebro.

 

Uno de los retos que tienen que afrontar es la precisión del proceso de implantación de los sensores. Para ello, han desarrollado un robot que se encarga de realizar las perforaciones y de insertar los hilos. Para evitar dañar los vasos sanguíneos o el propio cerebro, emplea lentes y un sistema de visión computacional.

“Es algo que no será estresante de colocar, que trabajará bien y no precisa conexiones físicas”, dijo.

El chip se comunicará por aire con una especie de audífono que envía información a una aplicación de celulares, según Neuralink.

Por ahora, la meta es que una persona con los implantes controle el teléfono con pensamientos, pero la tecnología puede ser eventualmente extendida a otros aparatos, como brazos robóticos.

 

“Tiene un potencial tremendo”, dijo Musk. “Esperamos tenerlo en un paciente humano antes de que termine el próximo año”.

Según un neurocirujano de Neuralink, uno de los primeros objetivos de esta tecnología es atender pacientes con enfermedades neurológicas. Pero a largo plazo, es hacer que los implantes sean tan seguros, fiables y simples que puedan entrar en el campo de la cirugía electiva para quienes quieran potenciar su cerebro con el poder de un ordenador.

Musk aseguró que la meta es que colocar uno de estos implantes en el cerebro sea un procedimiento tan simple como una cirugía láser de la vista.

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